miércoles, 31 de diciembre de 2014

Cuando pensé que estaba embarazada. Parte I

De eso, de ese casi fatídico tiempo, ha pasado ya un año y medio.
Aún recuerdo los miedos que afronté, las dudas y el tremendo desamparo que sufre una mujer que enfrenta un embarazo no deseado en un país donde el aborto es ilegal, al menos en mi circunstancia.
Creo que sería una buena idea empezar desde el principio de todo lo que rodeó mi historia, pero no para justificarme... ya a medida que avance el texto, se entenderá mejor.
Llevaba ya casi dos años y medio de una castidad envidiable para cualquier santo cura, a duras penas un par de besos con un hombre al que le llevaba 10 años, no que esto importe como tal, sino que comprobé que los hombres muy jóvenes son horriblemente dependientes, pero eso es otra historia.
Todas las personas a mi alrededor se asombraban cuando de mi boca salía un: "no me interesa el sexo, no lo disfruto, estoy tranquila y feliz sin el menor roce sexual, me incomoda la idea de tener relaciones sexuales".
Ya en veces anteriores había expresado mi deseo de NO tener hijos y las reacciones habían sido airadas, pero nada comparado con ésto, decirle a la gente que no se desea tener sexo es peor que dar la noticia de un cáncer cerebral. Ni siquiera entre las personas "libre pensantes" encontraba yo un ligero entendimiento, para todos, algo iba terriblemente mal conmigo, algo me faltaba.
Creo que el primer recuerdo que tengo de él, fue precisamente en una discusión grupal sobre mi casi enfermedad. Me miraba entre incrédulo y asombrado (aunque hoy quizás lo niegue), para él no era "razonable" que yo no sintiera deseo y mucho menos entendía que yo estuviera tranquila, mucho más que cuando tenía varios amantes. Así que apeló a lo que la mayoría: la psicología, a indagar en mi oscura mente para descubrir lo que andaba tan pero tan mal en mi.
Fue justo antes de tomar el bus que me llevaría a mí casa que tuve ese primer pequeño debate con él, recuerdo estar un poco aturdida por tantas preguntas, no sólo de ese pequeño grupo de desconocidos, sino de cualquier persona que conocía en aquel entonces, incluso mis mejores amigas, las cercanas, veían con malos ojos mi vida, como si me estuviera perdiendo de algo, como si estuviera equivocada por estar tranquila y feliz. Definitivamente la sexualidad es discursiva, pero eso también, es tema de otra entrada, así, como los motivos que pienso me llevaron a ese período libre de amores, tragas, etc.
Pero, para mí, ese momento donde el deseo brillaba por su ausencia no fue eterno, y encontré quién me sacara de ese período de abstinencia entre uno de aquellos incrédulos que tanto me cuestionó...