sábado, 20 de octubre de 2012

Eva, la fruta prohibida y nuestro eterno castigo.








¿Eva? ¿Acaso todas las mujeres antipatriarcales somos como Eva?

Esa osada figura mitológica podría representarnos a la perfección. Piénsenlo bien, mujer algo atrevida, curiosa en la ciencia, desobediente de las leyes masculinas aunque supuestamente procedía de la costilla de un hombre. Come de lo prohibido, de lo que le es negado y ¿Qué recibe? La maternidad obligatoria y el trabajo hogareño como castigo. ¿Les suena parecido?

Originalmente Florence Thomas, me hizo reflexionar al respecto, y hoy día sigo preguntándome ¿Soy como Eva?


Esta primer entrada va dedicada a la memoria de mi hermosa abuela que dejó de existir hace un año exactamente y que casualmente se llamaba Eva. A pesar de haber vivido hasta cierto punto sometida por el machismo, supo sacar a su pareja, hijos y nietos del abismo, y lo más difícil, a ella misma. Tenaz, fuerte, decidida, valiente... cariñosa.

3 comentarios:

  1. Me agrado el texto, la biblia siempre se las ingenio bastante bien para enseñar a las mujeres a ser sumisas y seguir las leyes del hombre...
    Todas somos uno poco Eva. El machismo les sirve a los mas inseguros para sentir que llevan la batuta, y la realidad es que nadie la lleva, y que nosotras somos libres, en pensamiento principalmente. Algunas no quieren serlo, la crianza machista esta muy anclada en nuestra sociedad y algunas son muy cómodas.
    No se... hay que ser curiosas, hay comer del fruto prohibido, hay que cuestionar, ya no hay dioses que nos castiguen...
    Saludos chicas, me gusto el blog, espero que siga adelante!

    ResponderEliminar
  2. Es verdad, lamentablemente vemos como en el discurso machista se busca que la gente se conforme y aprenda a vivir bajo el patriarcado. Es común ver a las mismas mujeres justificando el maltrato hacia otras mujeres y hasta aconsejando a sus propias hijas para que "obedezcan" a sus esposos.
    Si hablas con una mujer musulmana, te va a decir que es afortunada por no vivir en occidente bajo la decadencia, si hablas con una modelo en nuestros países te dirá que se siente afortunada de ser libre en occidente. Lo que no ven es que ambas son esclavas y que son usadas de acuerdo a las necesidades del hombre (o de lo que a ellos mismos les hacen pensar que quieren y necesitan).
    Muy acertado tu comentario, cuando hablabas de la batuta. El feminismo no es sexismo, ya es hora que dejen de atacarnos.
    Por último, qué bueno que te gusta el blog, apenas lo estamos diseñando como verás. Esperamos que sea un espacio donde podamos decir lo que pensamos y dar cuenta de nuestra propia mirada al feminismo y ateísmo.

    ResponderEliminar
  3. Da igual sea mujer u hombre quien coma de la fruta prohibida. El problema es cuando el machista come de la fruta, la mujer le "tolera" y encima él le prohíbe a ella que coma... puñeta, hay que ser masoquista!

    ResponderEliminar